🚉 Dejarlo todo para poder avanzar
Historia de un año de aprendizajes.
#032 | Desde 📍Galicia (España) con ♥︎.
Mi nombre es Khoana, y estás leyendo mi newsletter personal, un espacio ensayístico en el que comparto reflexiones, aprendizajes y todo lo que sé.
Si quieres saber un poco más sobre mí, aquí tienes algo más de información.
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Agosto, 2022
Volvía a pisar mi ciudad natal, y aunque el paso por Portugal y el viaje en velero ⛵ por las calas turquesas de Mallorca me habían hecho dejar mi angustia muy, muy lejos, el burnout había calado hondo en mí.
Esa sensación es un vacío que se instala en lo más pofundo de tu alma.
Y cuando sales de ahí, lo único que queda es miedo.
Miedo a volver a caer.
Tras aquellos viajes, con paz 🎐 renovada y habiéndome reconciliado conmigo misma, decidí dejarlo todo y enfocarme en mi mayor pasión desde niña: iba a dedicarme a escribir.
La decisión estaba tomada.
A pesar del vértigo.
A pesar de que mi lado racional 🧠 me gritaba a pleno pulmón que me moriría de hambre.
Y quizás, si hubiera sido más valiente, hoy escribiría estas palabras desde el otro lado, contándote lo bien que me fue por lanzarme 🚀 a hacer lo que me apasionaba.
También es posible que me hubiera salido mal.
Nunca lo sabremos.
Octubre, 2022
Quedaba un mes escaso para volver a salir del país. En este caso, el destino estaba a 3.500km por carretera 🚐, en el extremo opuesto de Europa: Turquía.
Era una de esas ideas que te aceleran el pulso y te provocan mariposas 🦋 en el estómago, y sentía que era un plan tan perfecto que, acostumbrada a que todo se tuerza en el último momento, en algún lugar en lo más profundo de mi ser, tenía la sensación de que no llegaría a suceder.
Estabamos en Murcia, haciendo una pequeña “gira” por España antes de abandonar el país durante un periodo de tiempo incierto, y durante unos días de visita a unos amigos 🐴, surgió la oportunidad de embarcarme en su proyecto.
Un proyecto grande en el que, casualidades de la vida, justo habían comenzado a buscar un perfil como el mío.
Todo fluyó de manera natural, como una propuesta en torno a unos tazones de ramen 🍜 en un restaurante japonés.
Y habiendo concretado las condiciones unos días después por videollamada, acepté.
¿Cómo sería mi vida si no hubiéramos hecho esa parada 🚏 en Murcia?
A veces me gusta preguntarme ese tipo de cosas.
Pero lo cierto es que, una vez más, nunca lo sabremos.
Abril, 2023
Vivir en Florencia durante los últimos cuatro meses había sido una experiencia mágica ✨, curiosa y cuanto menos, inesperada.
Eran mediados de diciembre cuando en el trayecto Génova-Florencia y huyendo de tormentas y vientos huracanados 🌪️, nuestra casa con ruedas dijo “necesito una pausa”.
Nos quedamos tirados a las afueras de Florencia sin luz, sin calefacción y con temperaturas bajo cero. 🧊
Y es que el destino es es que sucede cuando ya has hecho otros planes.
¿Cómo sería mi vida ahora si hubiéramos revisado el líquido de dirección 🪫 antes de salir de Génova?
Pues aunque no tengo detalles, hay algo que sí sé: no habría vivido en un piso en el mismísimo centro de Florencia ⚜️ durante cuatro meses.
Y jamás cambiaría eso.
La intención era ir a Turquía, pero el destino tenía otros planes: la economía apretaba y el país turco estaba siendo devastado por terremotos que abrían la tierra como si de una sandía 🍉 se tratase.
Imágenes reales del resultado del terremoto.
Mientras tanto, el verano y sus inseparables olas de calor nos saludaban a lo lejos.
Y lo más grave: tras siete meses en el proyecto de mis amigos, los síntomas 🩺 de algo que ya conocía de sobra se hacían cada vez más evidentes.
El burnout estaba haciendo su entrada triunfal.
Y como contra un villano persistente, estaba gastando toda mi munición 🪖 buscando posibles soluciones.
Junio, 2023
Celebraba mi cumpleaños de vuelta en España y fuera del proyecto. Entre las velas y el papel de regalo 🎁, una hepatitis provocada por el estrés y una horrible sensación de fracaso.
Una vuelta al punto de partida nunca es fácil, y te hace sentir que vuelves a empezar de cero.
Pero no es una sensación del todo real.
Porque, aunque lo parezca, nunca vuelves al mismo punto.
Y tampoco eres ya la misma persona.
Desde niña 🐣, he querido ser y hacer tantas cosas que necesitaría mil vidas para cumplir todos mis sueños.
“¿Cómo sería ahora mi vida si…?”
¿¡A quién le importa!? 🤷🏼♀️
Reflexionar sobre nuestras decisiones es bonito, es humano y es sano.
Y atención a esto último: es sano 🌱. Porque permite aprender, de los aciertos y los errores.
PERO
Culpabilizarse y juzgarse desde el conocimiento del presente no solo no es justo, sino que es autodestructivo. 💣
Si no hubiera decidido dejarlo todo para dedicarme a escribir 🖋️, no me habría dado cuenta de que es algo que me apasiona pero no quiero convertir en mi trabajo y obligación.
Si no hubiera aceptado el trabajo que me ofrecieron mis amigos, no habría perdido el síndrome del impostor ni me habría atrevido a tomar más responsabilidad 🏆 en negocios ajenos.
Si no se hubiera roto la furgoneta, no habría vivido cuatro meses en Florencia.
Y si no llevase trece años equivocándome en esto de emprender y coleccionando aciertos, fracasos y aprendizajes, no habría podido recomenzar el camino construyendo 🏗️ los cimientos de forma perfecta.
En casa de herrero, cuchillo de palo 🔪, y ese ha sido mi mayor error con diferencia. Un error del que, sin duda, ya he aprendido con creces.
Apliqué en mí misma lo que le vendo a mis clientes y voilà! 🎊 para sorpresa de nadie, funcionó.
Un año después, te escribe una Khoana mucho más enfocada, segura de sí misma 💪🏼 y profesional.
Así que espero que me hayas echado de menos, porque ya está todo listo 🛫 y me dispongo a apagar las luces.
El espectáculo comienza.
🦉 Nota de reflexión
Cuando no estás seguro de las decisiones que estás tomando y temes dejar ir algo (o a alguien) por “lo que podría llegar a ser”, estás perdiendo algo mucho más importante: a ti mismo.
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