💌 Carta de despedida
Cuando un “adiós” no es un “hasta pronto”.
#038 | Desde 📍Madrid con ♥︎.
Mi nombre es Khoana, y estás leyendo mi newsletter personal, un espacio ensayístico en el que comparto reflexiones, aprendizajes y todo lo que sé.
Si quieres saber un poco más sobre mí, aquí tienes algo más de información.
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Han pasado ya 3 meses desde que te fuiste, y aunque esta alma esté ya atada al cambio constante 🌊, mentiría si dijese que el proceso de duelo por tu partida ya es agua pasada.
Llegaste en 2013, no como un huracán, sino como un remanso de paz 🎐 en el huracán que era mi vida, y desde entonces has asistido a todo mi viaje como heroína tanto en mi vida profesional como en el plano personal.
Cuando llegaste, yo tan solo era una niña 👧🏼 con la cabeza repleta de sueños que jugaba a grabarse y escribir para que otros pudieran consumir sus creaciones. Una niña que leía aventuras en libros cuyos protagonistas cruzaban el mundo entero. 🛫
Y ahora te has ido, como si al verme convertida en una profesional que al fin ha encontrado su sitio y que vive sus propias aventuras a lo largo y ancho del planeta 🌍, las palabras The end hubieran aparecido en la pantalla y tu trabajo hubiera llegado a su fin.
¿Por qué?
Prometo que aún tenía –AÚN TENGO– muchas historias que contarte. 📝
¿Por qué?
Si diez años es poco tiempo y, como ya dijera Miguel Hernández a Ramón Sijé, te me moriste como del rayo. ⚡
He descansado, durante mi vuelo, en muchas islas diferentes 🏝️. Y en todas estabas tú.
Es duro volver cuando ya no hay nadie esperando en casa.
Pero a pesar de mis codeos con unas y otras corrientes religiosas 🕌 a lo largo del camino, he terminado aprendiendo mucho de ellas y huyendo finalmente libre de todas.
Sé que no volveremos a encontrarnos.
Sé que, a veces, un “adiós” no es un “hasta pronto”. 🍃
Y quizás ser consciente de este adiós es lo que lo hace más difícil.
Comienza una nueva etapa. Un viaje que tan solo te incluye en mis recuerdos 💭, pero que promete ser aún más emocionante que las precuelas.
2023 sería el año en el que ahorrarse 2.000 € para comprar una casa, pero las cosas se han ido de madre y aquí estoy: viviendo en Arcadia 🏡, mi propio paraíso.
También me propuse, una vez más, encarar mi mala costumbre de morderme las uñas y escribir mi newsletter sin fallar… y tengo buenas y malas noticias al respecto, porque aunque escribo estas líneas con unas uñas largas y bonitas 💅🏼 que nunca antes habían tenido mis manos, el tema de la newsletter se me atravesó.
Descubrí que tratar de utilizar esta herramienta –que es una canalización de lo que necesito contar– con el fin de vender era un error 💸, y que intentar sistematizar su publicación era ponerme unas esposas que tan sólo enturbiaban el sentido de estas misivas.
Sé que prometí escribir una vez por semana, pero a veces los humanos no mienten a propósito, sino que necesitan un golpe de realidad 🥀 para darse cuenta de que sus promesas no se pueden cumplir.
Es posible que un felino como tú no termine de entenderlo, y por ello me disculpo; no volveré a comprometerme con nada parecido. 🙏🏼
Mientras tanto, puedo compensar con el hecho de haber comenzado otro proyecto con el que sí soy constante; y es que ya hacen +80 días que subo dailies en mis redes sociales (📱 como @khoanazen), algo que no prometí hacer a nadie, pero con lo que me siento muy cómoda.
Ahí incluyo, reflexiones rutinas y mi día a día 🧹, así que en cierto modo es un buen sustituto.
¿Y para 2024?
Pues lo cierto es que pinta muy bien. 🚀
Tenemos ya a la vista un viaje de los que provocan mariposas en el estómago 🦋, y voy a estrenar el año lanzando una formación que vale oro puro y en la que llevo tiempo (años) trabajando. Ambas cosas me despiertan ansiedad, euforia y expectación a partes iguales. 💫
También queremos ir haciendo reformas y mejoras en Arcadia, seguir escalando nuestra posición económica y dar un paso más hacia la autosuficiencia (la casita cada vez tiene más plantas 🙊).
¿Por lo demás? Improvisar y fluir 🪶, como de costumbre. Es lo que más feliz me hace y estoy muy agradecida de compartir mi vida con alguien que ve este suspiro en la tierra de una forma tan similar a la mía. 🧶
Como siempre, aprovecharé al máximo cada día, experimentaré cada emoción y no me tomaré la vida en serio bajo ningún concepto. En resumen: seguiré igual en este aspecto, vaya. ⛵
Sé que algún día el destino me tiene preparada esa última parada en la que tú te bajaste 🪦, así que me acomodaré y disfrutaré del viaje mientras tanto.
¡Ahí voy, a comerme el 2024! 🤘🏼 Gracias por este tiempo juntas.
Te mando un abrazo y todo el amor y devoción que tú me diste a mí. 🧸
Esta es la última carta que te escribo; la carta que jamás recibiste.
Te quiero. Tanto, que no me cabe en el pecho.
Hasta siempre, Teem 🐾
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